La dimisión de Jordi Sevilla, brillante gestor público, refleja la confusión política

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El informe de la CNMV procede de la sala de regulación del organismo, de la que es miembro quien es pareja de la Vicepresidenta. La pregunta es pertinente: ¿puede un organismo regulador sustraerse a la connivencia de intereses con el Gobierno en esas condiciones?

La dimisión de Jordi Sevilla como presidente de Red Eléctrica Española (REE), cargo para el que había sido nombrado a propuesta del Gobierno de Pedro Sánchez, se produce tras las diferencias de criterio con la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) y con la Vicepresidenta del Gobierno para la Transición Energética.

Es el primer cambio relevante entre los altos cargos del Gobierno tras la marcha obligada del Ministro de Exteriores y el cese de aquellos que debieron hacer hueco para los representantes del partido asociado al Gobierno. Y es sin duda el más llamativo tanto por la trayectoria y personalidad del dimisionario como en especial por las circunstancias que concurren en la decisión, libre pero probablemente inevitable ante la falta de sintonía con la Vicepresidencia. Obsérvese que la posible controversia no se establece con el Ministerio de Industria, convidado de piedra en este proceso, sino con la Vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, pomposo nombre, que ocupa Teresa Ribera.

Según las informaciones publicadas, el cese se debería a la situación creada inicialmente por el Informe de la CNMV, que supuso pérdidas de 140 millones de euros para REE y obligó a un plan de ajuste de la compañía. Además se habrían producido continuas diferencias de criterio con la ministra que estaría coartando la gestión independiente y profesional de una empresa en la que el Estado sólo ostenta el 20% del accionariado estando el resto repartido entre fondos de inversión y accionistas minoritarios. La compañía cotiza en Bolsa y tiene carácter internacional con presencia en varios países latinoamericanos. De la mano de Jordi Sevilla, REE adquirió Hispasat, diversificando así su actividad y entrando en el mercado, extraordinariamente interesante, de los satélites de comunicaciones.

Al igual que en el pasado verano la citada Vicepresidencia provocó un seísmo en la industria automovilística española, líder en exportación, del que aún no se ha recuperado, también con el silencio del Ministerio de Industria parece que dedicado a otros menesteres, ahora las consecuencias podrían ser mayores de lo que aparenta. Así hace unos meses, REE respondía a la decisión de la CNMC poniendo de manifiesto que privar a la compañía de recursos para invertir en las redes de alta tensión que opera, tendría efectos en la calidad del servicio.

Los hechos tienen todavía una vertiente llamativa. El informe de la CNMV procede de la sala de regulación del organismo, de la que es miembro quien es pareja de la Vicepresidenta citada. La posible colusión de intereses fue comentada públicamente en su momento. La pregunta es pertinente: ¿Puede un organismo regulador sustraerse a la connivencia de intereses con el Gobierno en esas condiciones? En MUNDIARIO hemos denotado que la actual situación en la que hay ministros con relación de convivencia no es buena ni como imagen ni como modelo.

Cuando las empresas impiden ese tipo de situaciones en sus órganos directivos no es porque las parejas de los afectados no tengan el mismo o superior grado de cualificación, sino porque resulta imposible hacer creer a los accionistas y clientes  que puedan primar el interés de su empresa sobre otras consideraciones, o que su independencia de criterio no se pueda ver ofuscada. Todavía hay más casos entre los altos cargos. La historia abunda en ejemplos que demuestran como mezclar política y familia es siempre una mala decisión que los ciudadanos censuran con toda razón.

(Publicado en: https://www.mundiario.com/articulo/politica/dimision-jordi-sevilla-brillante-gestor-publico-refleja-confusion-politica/20200128153108174277.html)

Ducha escocesa del ministro Ábalos a los alcaldes socialistas de Galicia

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O los alcaldes gallegos en minoría consiguen que sus demandas sean transversales y ampliamente asumidas o poco podrán esperar de Madrid, que ahora mismo está muy lejos de Galicia. La lógica de la política estatal es diferente, o debería serlo, de la política autonómica y ambas son distintas de la política local.

Hace pocas semanas, la presidenta de ADIF, organismo dependiente de Fomento, se prodigaba en declaraciones plagadas de tecnicismos para eludir concretar la fecha de finalización del AVE a Galicia. Como explicamos en su día en MUNDIARIO, la puesta en servicio en servicio en 2020 era imposible a tenor de los plazos de ejecución. En su primera visita a Galicia el titular del Ministerio ha pospuesto la fecha a 2021, dando la razón a sus críticos.

A esa noticia, no por realista menos preocupante, ha añadido el desinterés por los asuntos pendientes de su Ministerio en A Coruña, ciudad gobernada por el PSOE. En un aviso de lo que viene en todas las ciudades, ha eludido cualquier compromiso incluso sobre los asuntos que ya estaban discutidos. Como explicábamos ayer, el Gobierno necesita liberar recursos para cumplir los compromisos a los que se ha obligado en el proceso de investidura. Las demandas gallegas, con la salvedad apuntada del AVE, tendrán que esperar.

En contra de la lógica aparente, hay elecciones en Galicia este año luego el compromiso gubernamental debería de ser mayor, se opta por exigir la absoluta sumisión de los socialistas gallegos a las necesidades del Gobierno que, como es obvio, mira para otros territorios. Es imposible saber la repercusión electoral de esa estrategia. Es muy probable que el Gobierno disponga ya de encuestas fiables sobre las perspectivas electorales en Galicia, que le aconsejen evitar excesivos compromisos. Hoy mismo se publica una encuesta que no invita al optimismo.

En realidad los alcaldes gallegos no deberían llamarse a engaño. Las prioridades de cualquier Gobierno siguen una escala de prioridades, entre las que sus propias alcaldías ocupan una posición secundaria. En los territorios donde la autoridad autonómica es de signo contrario y el volumen electoral relativamente menor, la atención estará desviada en favor de aquellos que son imprescindibles para la estabilidad del propio Ejecutivo, caso de Valencia, Cataluña o el País Vasco. En Galicia, salvo la ciudad de Vigo gobernada con mayoría absoluta y auténtico referente del socialismo gallego, las demás ciudades están gobernadas mediante coaliciones más o menos precarias.

Incluso la política exterior está ya mediatizada por Podemos

Sin olvidar los intereses del socio de gobierno. Como se ha visto en la rocambolesca crisis provocada por la entrevista del propio Ábalos con la vicepresidenta venezolana, incluso la política exterior del Estado está ya mediatizada por los intereses de Podemos. A esa historia aún se le puede añadir el encontronazo de Zapatero con González y la oscura trama de blanqueo de dinero que implica al ex embajador de España en Caracas.

O los alcaldes gallegos en minoría consiguen que sus demandas sean transversales y ampliamente asumidas socialmente o poco podrán esperar de Madrid, que ahora mismo está muy lejos de Galicia. Frente a la política de bloques a todos los niveles se impone la realpolitik: en cada nivel de la política debe actuarse de acuerdo con los objetivos propios y no con los de otros niveles. En otras palabras, la lógica de la política estatal es diferente, o debería serlo, de la política autonómica y ambas son distintas de la política local. Continuar embarcados a todos los niveles en la polarización entre bloques sólo conviene a los radicales pero nunca a los pragmáticos.

(Publicado en: https://www.mundiario.com/articulo/eurorregion/ducha-escocesa-ministro-abalos-alcaldes-socialistas-galicia/20200126154232174099.html)

Galicia pierde 200 millones que financiarán a las comunidades más desarrolladas

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Se trata de recursos presupuestados y ejecutados en su momento por lo que la deuda es real. En Cataluña o en el País Vasco este tipo de asuntos son defendidos con práctica unanimidad por todo el arco político autonómico.

El Ministro de Consumo, antigua Dirección General renombrada pero sin competencias, ha anunciado que promoverá una ley contra la publicidad del juego. Tendrá que sortear principalmente a su colega de Hacienda, de la que depende una de las grandes organizaciones de promoción del juego en forma de lotería, quinielas, primitiva y otras, que además de publicidad pagada mantienen espacios fijos en la televisión pública, como la ONCE, otra organización en este caso tutelada por el Ministerio de Trabajo.

Además el Ministro de Consumo tendrá que lidiar con la cultura de juego de manos que se está dibujando. El año pasado la ministra Montero negó a las Comunidades Autónomas durante meses la financiación autonómica debida, aduciendo problemas legales insalvables. Bastó que se convocasen elecciones para que lo ilegal se tornase legal y el problema desapareciese, evitando así una espinosa discusión electoral. Aun así se reservó la discrecionalidad en los pagos de las cantidades adeudadas. Todo ello fue explicado en su momento en MUNDIARIO.

Hacienda aduce ahora nuevos problemas procedimentales para negarse a transferir a las Comunidades Autónomas una mensualidad del IVA transferido, unos 200 millones de euros en Galicia, cerca de tres mil en el conjunto estatal. Aclaremos que se trata de recursos presupuestados y ejecutados en su momento por lo que la deuda es real. Por otra parte los consumidores abonaron el IVA correspondiente que las empresas ingresaron en Hacienda. Es decir, el dinero existe, se corresponde con operaciones reales sólo que está donde no debe. Debería de estar en la Tesorería autonómica pero su homóloga estatal lo retiene.

Lo hace porque lo necesita. Los compromisos pactados para formar Gobierno hay que pagarlos. El dinero saldrá de quienes no han pactado, es decir de la oposición, mientras ésta se deje. En otras palabras, habrá nuevos litigios judiciales, conflicto constante y al final se pagará. Mientras, los ciudadanos gallegos estarán financiando a los de Cataluña, Valencia o Baleares  votos mandan. El efecto es perverso, la equidad inexistente y el juego de manos a cuenta de los recursos indefendible.

Todavía hay otra variable que explica la operación: la enquistada división política territorial. En Cataluña o en el País Vasco este tipo de asuntos son defendidos con práctica unanimidad por todo el arco político autonómico y así vemos a Alonso (PP) defender el régimen foral y a Iceta (PSC) pegarse a los nacionalistas siempre que es conveniente. Pero en Galicia la división es absoluta. Si fuese al contrario probablemente no se producirían las citadas actuaciones. Aquí, la política de corto alcance, de regateo sobre minucias, impide cualquier visión de país mínimamente compartida. Ocurre en casi todas las esferas con pocas excepciones: el “aldraxe” en el origen de la autonomía, la lengua o el Prestige.

Es una oportunidad para comprobar si existe política autónoma en los partidos gallegos o si son solamente sucursales o filiales de sus matrices estatales. Conociendo la historia reciente no alberguemos grandes esperanzas. Con las elecciones gallegas en pocos meses, la tendencia será cerrar filas con sus respectivos pares de Madrid, confiando en que la tendencia electoral, ahora favorable, resista hasta entonces y luego ya se verá cómo resolverlo. Para el PP, se trata de un argumento electoral que será explotado al máximo, compitiendo con los posibles retrasos del AVE. Las posibilidades de lograr una posición común, son pues, nulas.

Aunque nos duela, la pobreza relativa del país gallego, está también presente en las mentalidades políticas y sociales, lo que explica que no salgamos de la posición rezagada.

(Publicado en: https://www.mundiario.com/articulo/politica/galicia-pierde-200-millones-financiaran-comunidades-mas-desarrolladas/20200124005628173939.html)

El Presidente del Gobierno da una entrevista-mitin en “su” televisión

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Es predicar en el desierto, admitámoslo. La prensa independiente va desapareciendo, obligada a depender de sus fuentes de financiación, privadas o públicas.

Lástima que dos buenos periodistas, que han logrado el mayor prestigio de la información televisiva en la cadena pública, hayan aceptado las normas de su empresa, que lo es del Gobierno, para no repreguntar cuando el entrevistado rehuía las cuestiones relevantes. Peor aún que la previsibilidad de las preguntas evitase cualquier respuesta de interés.

Salvo la información de que Sánchez irá a ver a Torra a su despacho y que como contrapartida hará lo mismo con todos los demás Presidentes autonómicos, una buena estrategia, el resto de la entrevista discurrió entre el tedio y el bochorno. La mayor parte del tiempo de las respuestas, fue destinado a atacar a la oposición, en especial al PP, los otros grupos ni citarlos. Vulgaridades sobre la política social, obviedades sobre las pensiones, negativa a responder ante la pregunta de los presupuestos y en general preguntas de respuesta previsible.

Para esto, sobra la televisión pública. En la Sexta le harían las mismas preguntas e incluso lo jalearían más, con coste cero para los ciudadanos. Ni una idea sobre el programa de gobierno, más allá de las pensiones, ni una idea sobre las dificultades, ni sobre los proyectos. Ante preguntas mínimamente concretas, el quinteto de objetivos de la coalición de gobierno. ¿Para qué una entrevista que resulta deplorable y hueca de cualquier motivo noticiable?

O no hay ideas, posible aunque poco verosímil, o no hay fuerza para llevarlas a cabo, verosímil y probable. Sólo ante el problema catalán Sánchez transmitió ideas interesantes aunque poco desarrolladas: mantenerse en el marco legal pero explorar todas las posibilidades del diálogo político no es una mala estrategia aunque sea muy difícil.

En el resto la vacuidad causa desazón. Si ante la propuesta del Gobierno de Murcia no existe ni una idea sobre el futuro de la educación. Si la financiación autonómica ni se cita. Si la política industrial o de empleo o cultural no forman parte de ningún discurso, ¿dónde está el interés informativo de una entrevista en prime-time de la oficial TVE?

Que el PP es malo, malísimo y causante de todos los males, se da por oído. Perdió las elecciones, luego está condenado a todos los tormentos del infierno político. Pero una gran mayoría de los televidentes son personas informadas e instruidas, con suficiente sentido común como para detectar argumentos serios y diferenciarlos de la cháchara de los programas del corazón. Ven la televisión y ven de todo, pero distinguen. Merecen algo más que entrevistas fáciles, sobre todo cuando son poco habituales. Merecen, hay que decirlo, el respeto de los medios.

Es predicar en el desierto, admitámoslo. La prensa independiente va desapareciendo, obligada a depender de sus fuentes de financiación, privadas o públicas. Subvenciones directas, indirectas, patrocinios de páginas, campañas, etc. reducen la autonomía de los medios, incapaces de hacer frente a costes en crecimiento vertiginoso y a audiencias acostumbradas a la gratuidad de la buena información. Los medios públicos, en todos los lugares, al servicio del Gobierno, más o menos disimulado.

Si alguien pensaba obtener alguna información útil de una de las pocas comparecencias del Presidente del Gobierno se habrá visto defraudado. Estamos ante un estilo que forma parte de una estrategia de comunicación, tal vez eficaz en términos electorales, pero irrelevante en términos comunicativos. Hoy sabemos lo mismo que ayer sobre los propósitos del Gobierno, con la salvedad antes comentada. Quizás ese sea el mensaje: esto es lo que hay, abandonen toda esperanza de algo más. Nos resistimos a aceptarlo. La llamada democracia iliberal, que avanza en Europa y Estados Unidos, deriva en gran medida de la renuncia de los demócratas a defender sus ideas y valores, con convicción y argumentos, no solo con frases hechas y estratagemas comunicativas.

Y no olvidemos el colegueo que termina de arruinar cualquier efecto de imparcialidad: Carlos, Ana, Alicia, son interpelados, reciben confidencias, pero no respuestas. No hace falta más para explicar la desbandada de espectadores, oyentes o lectores.

(Publicado en: https://www.mundiario.com/articulo/politica/presidente-gobierno-da-entrevista-mitin-television/20200120230912173713.html)

El pin parental de Vox o cómo segarle la hierba bajo los pies al Partido Popular

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Vox prosigue en campaña electoral. Su rival no es la izquierda, sino el PP. Fagocitado Ciudadanos, por escorarse hacia el radicalismo, ahora está consiguiendo que el Partido Popular siga ese camino. Es lo mejor que le podía ocurrir al PSOE.

En la sumamente polarizada política española, el acuerdo del Gobierno autonómico de Murcia para autorizar el llamado pin parental, exigido por Vox para aprobar los Presupuestos, ha sido una bomba política absoluta. Con un solo disparo ha simplificado hasta la caricatura el debate político. El ministro de Fomento, habitualmente comedido, ha ido al lugar para calificarlo de “laboratorio de la ultraderecha”, el Consejo de Ministros anuncia medidas legales y el debate sube decibelios en toda España. Para sorpresa de todos, el PP a través de Pablo Casado y de otros dirigentes, respalda ese tipo de medidas.

El ruido bélico no permite entenderse. El origen del conflicto se encuentra en la campaña electoral, cuando Vox denuncia que se utilizan actividades complementarias de los centros escolares para impartir contenidos ideológicos vinculados con la sexualidad o la moral. Generalizando se propone que las familias, individualmente, puedan ejercer el veto sobre la asistencia de sus hijos a esas actividades. Llegados al Gobierno, imponen sus propuestas. Tras una negociación parece ser que las medidas aprobadas serían más flexibles, dejando en manos de los directores de los centros de enseñanza la decisión final pero diluyendo la posibilidad del veto individual.

El daño ya está hecho. En el peor lugar posible, los centros de enseñanza, se introduce una polémica política basada en discursos y no en hechos. Y en la que se anima a que cada ciudadano pueda introducir vetos o denuncias. De prosperar esa actitud, sencillamente los centros de enseñanza irían al colapso, con denuncias constantes sobre contenidos reales o inciertos. El camino perfecto para liquidar el sistema de enseñanza y liquidar lo único realmente importante: la curiosidad de los menores por el conocimie

La Constitución garantiza el derecho a la libertad de enseñanza y a la libre elección de centro escolar por parte de la familia. La primera está modulada por la legislación educativa, bastante estricta en cuanto a contenidos que deben ser impartidos, organización de las enseñanzas y desempeño profesional de los docentes. La libre elección de centro es una realidad en las zonas urbanas, donde existe una amplia oferta de centros concertados y libres, pero no en el medio rural. Con 8 millones de estudiantes y 700.000 profesores, el número de denuncias por contenidos impropios es mínimo y habitualmente los recursos de la Administración educativa son suficientes para controlar, supervisar y en su caso corregir cualquier disfunción. Luego ¿existe un problema real? No lo parece.

Lo real es que Vox prosigue en campaña electoral. Su rival no es la izquierda, sino el PP. Fagocitado Ciudadanos, por escorarse hacia el radicalismo, ahora está consiguiendo que el Partido Popular siga ese camino. Es lo mejor que le podía ocurrir al PSOE y por eso se apresura a ahondar la brecha, alimentar el escándalo, no dejar que se apague. Si Vox manda en la derecha el país agudiza la polarización pero electoralmente ganaría la izquierda siempre, como indican los datos del CIS desde hace décadas.

Todo lo cual es sabido por el PP y solo se explica su posición por la preocupante ausencia de ideas que demuestra. Los mamporreros de la política no lo saben, pero los dirigentes lúcidos lo tienen presente: un país necesita siempre un buen Gobierno y al mismo nivel una buena oposición que pueda ser relevo mañana. El Gobierno actual es como es, de aluvión obligado por las circunstancias, pero la oposición no parece querer enterarse de cuál es su papel. Solo Vox tiene una idea, explosiva, beligerante, pero definida: devorar al PP. Casado y los suyos creen que lo evitarán haciéndole el juego pero les han tomado la delantera. Esta misma semana, mientras el PP rechazaba negociar la renovación de las instituciones, Vox se prestaba a ello. Han iniciado un reparto de funciones entre los ultramontanos de Murcia o Madrid y los pragmáticos instalados en el Congreso.

¿Y la mejora de la educación, la reducción del fracaso y del abandono, la lucha por la excelencia?  Cuestiones irrelevantes ante una batalla de trincheras, buenos contra malos, da igual cual sea el bando. Y así vamos.

(Publicado en: https://www.mundiario.com/articulo/politica/pin-parental-vox-como-segarle-hierba-pies-partido-popular/20200119151205173612.html)

¿España con 23 ministros es más eficaz que Alemania con 16?

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Lejos de caminar hacia una mayor independencia de la Administración de Justicia o de la Administración Institucional, la voluntad de ocupar espacios parece manifiesta. Mientras, en el lado opuesto, el Partido Popular  está reordenando sus filas para una etapa de confrontación.

Alemania tiene 83 millones de habitantes y España, 47 millones. Territorialmente tiene 16 Estados Federales o Länder  mientras  España cuenta con 17 Comunidades Autónomas. El Gobierno Federal tiene 16 miembros y el Gobierno español, 23. ¿Es más eficaz España que Alemania? Subrayemos un dato complementario, el nivel de descentralización territorial es al menos tan elevado en España como en Alemania. De donde se deduce que el número de ministerios no obedece a la racionalidad administrativa sino a necesidades políticas.

Por decirlo en pocas palabras, el responsable directo de la inflación ministerial en España es el líder de Podemos que, al exigir cinco carteras para los suyos, obligó al Presidente del Gobierno a incrementar el número de carteras para mantener la proporción entre éstas y el número de escaños. Diga lo que diga el dirigente podemita, esto va de sillones para contentar a su hueste, desarbolada tras los decepcionantes resultados electorales.

Así se producen situaciones surrealistas. Lo que en Alemania es un único Ministerio, Educación y Ciencia, aquí son tres, algo que hasta el titular de Universidades ha reconocido que no le gusta. En la época de Adolfo Suárez, sin autonomías, también era un único Ministerio. Ahora con diecisiete consejeros de Educación los ministros afectados van a tener problemas para ocupar la agenda. Algo similar puede decirse de otros varios ministerios, desdoblados para mantener los equilibrios y para crear la ficción de que los ministros de Podemos tienen poder.

La legislatura comienza con un gesto de autoridad tal vez innecesario como es el nombramiento de la Fiscal General. Pedro Sánchez envía un mensaje contundente a la carrera fiscal, defendiendo su plena capacidad para elegir y despreciando las voces que lo consideran una politización máxima de la institución. La voluntad de domeñar al Poder Judicial se adivina tras el gesto que será seguido en próximas fechas, hoy ha insistido en ello, por la renovación de dicho órgano, para lo que el PP debe colaborar.

Lejos de caminar hacia una mayor independencia de la Administración de Justicia o de la Administración Institucional, la voluntad de ocupar espacios parece manifiesta. El contencioso catalán es solo la excusa para una operación que intenta fortalecer al Ejecutivo, tan débil parlamentariamente.

La prisa que parecía existir por formar Gobierno se ha diluido en una sucesión de gestos mediáticos, estirados para cubrir el máximo de tiempo. El goteo de nombramientos, las ceremonias vacías del traspaso de carteras, las fotografías posadas en La Moncloa, la solemnidad afectada para cubrir el vacío de proyectos inmediatos.

El PP y la confrontación

En el lado opuesto, el PP está reordenando sus filas para una etapa de confrontación. El abandono de dirigentes moderados, Samper en el País Vasco, Tejerina o Catalá en Madrid, deja a Casado rodeado de sus fieles pero más aislado socialmente. En Ciudadanos los intentos de encontrar hueco que hace su nueva dirigente apenas suscitan interés. Se les ha achicado tanto el terreno de juego que las buenas ideas no dan ya ni para un titular.

La situación económica es más robusta de lo que dicen los catastrofistas y ello permite que la sociedad observe con benevolencia el espectáculo político. No se esperan ni decisiones que crispen ni medidas de gran impacto. Es la administración de lo cotidiano lo que más preocupa, como la falta de personal médico, la ineficiencia del sistema educativo, el relativo fracaso de la política de atención a los dependientes y sobre todo la precariedad laboral, cronificada. Sería conveniente que el Gobierno renunciase a los objetivos pomposos para centrarse con humildad en lo inmediato, que es lo que afecta a millones de personas.

(Publicado en: https://www.mundiario.com/articulo/politica/espana-23-ministros-es-mas-eficaz-alemania-16/20200114164608173252.html)

Ministros socialistas muy cualificados para competir con el equipo de UP

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Funcionalmente el Gobierno se divide en tres grandes grupos, los ministros con poder, todos socialistas, los ministros con influencia, donde están los de UP y algunos del PSOE y los ministros tecnócratas, también todos del PSOE.

El Presidente del Gobierno ha completado los nombramientos del Gobierno más numeroso de la historia, 23 miembros, atendiendo a diversos criterios. De un lado el núcleo duro, conformado por los ministros con las competencias y recursos principales, entre los que están las tres Vicepresidentas, los ministros de Fomento y Hacienda así como los de Justicia y Sanidad, estos dos últimos para atender a los compromisos firmados con ERC. Se trata del frente político socialista.

En un segundo bloque están otros Ministerios relevantes por sus competencias, encargados a personas de competencia reconocida, como son los de Seguridad Social, Asuntos Exteriores, Interior, Agricultura o Defensa. Cabe destacar especialmente el acierto en los nombramientos de los dos primeros, por tratarse de nombres que ya envían un mensaje político nítido: importancia del futuro de las pensiones, en manos de un reconocido defensor de su viabilidad, y reorientación de la política exterior hacia la economía, como ya vienen haciendo otros países de nuestro entorno.

Y los demás, en un tercer bloque, secundario en razón de sus competencias: Industria, Ciencia, Educación, Cultura y Política Territorial. Se trata de ministerios que podrían reagruparse, de hecho así ha ocurrido en otras legislaturas, y cuyas competencias pasan por las Comunidades Autónomas.

Respecto de los nombres, además de los dos ya citados, todos  cuentan con un curriculum notable, en algunos casos en la política, en otros, la mayoría, en sus carreras profesionales. Frente a ellos el grupo de los ministros de UP, un vicepresidente y cuatro ministros, destacan por su menor cualificación, salvo Castells,  y por carecer de competencias. A cambio cuentan con un claro perfil político.

Funcionalmente el Gobierno se divide en tres grandes grupos, los ministros con poder, todos socialistas, los ministros con influencia, donde están los de UP y algunos del PSOE y los ministros tecnócratas, también todos del PSOE. El primer gesto, diluir la Vicepresidencia de Iglesias, es un aviso de lo que viene, una dura competencia en todos los terrenos, simbólico y ejecutivo. El Presidente ha tenido en cuenta algunas representaciones territoriales, no muchas. A pesar de la inminencia de las elecciones gallegas no ha nombrado a ningún ministro de esa Comunidad, pues dudosamente puede incluirse en ese cupo a la ministra de Economía. Ayer mismo la portavoz parlamentaria se veía obligada a declarar obviedades para justificar esa ausencia.

El Gobierno tiene ante sí dos prioridades inmediatas, la aprobación de la Ley de Presupuestos y el contencioso catalán. Para ambas necesita trabar alianzas parlamentarias que se traducirán en compromisos. Aunque el PP está gesticulando en exceso, en algún momento deberá recuperar una posición constructiva, por ejemplo en la financiación autonómica o en los nombramientos institucionales pendientes.

Tras muchos meses de parálisis política, llega la normalidad institucional. Lo que ocurra, por acción u omisión, tendrá nombre y apellidos. Hay un Ejecutivo con todos sus poderes y también con todas sus responsabilidades. Su desempeño no dependerá de la oposición sino exclusivamente de su capacidad y de sus apoyos parlamentarios. Es la hora de analizar políticas y no discursos.

(Publicado en: https://www.mundiario.com/articulo/politica/ministros-socialistas-muy-cualificados-competir-equipo-up/20200113173156173167.html)

Vocabulario de ministro(a): no significa de momento, sí…

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Uno de los problemas del Gobierno será su relación con las autonomías. Diez están alineadas con la coalición de gobierno y seis son populares, entre ellos Andalucía y Madrid. Además está Cataluña, donde el grupo mayoritario no secunda el acuerdo del grupo minoritario, ERC.

Si bien los electores ya están endurecidos ante las promesas oficiales, algunos compromisos de la investidura de hoy han provocado sorpresa. Tras décadas aplazando indefinidamente las demandas vascas de más transferencias de competencias, aduciendo problemas jurídicos varios, de un plumazo el Gobierno se allana ante todas, aunque el Presidente ha matizado sus dudas respecto a la transferencia del régimen económico de la Seguridad Social, la célebre “caja única”. La comunidad gallega, que demandaba desde hace al menos tres lustros la transferencia de la Autopista del Atlántico, negada por los ministros de Fomento más variados políticamente, ha visto reconocida su demanda tras una brillante negociación del BNG.

Los ministros(as) asumen que sus compromisos duran lo mismo que su cartera, hasta que se nombre sucesor. Los altos funcionarios, acostumbrados a conocer a distintos titulares, son capaces de traducir sus promesas más solemnes al frío lenguaje de cifras y plazos, que es lo que aparece en los contratos firmados. El resto es voluntarismo político. Conviene recordarlo cuando en las próximas semanas escuchemos el aluvión de buenas intenciones, promesas y compromisos. Es inevitable, los nuevos quieren cumplir. Un periódico ha cifrado en más de 300 los compromisos asumidos durante la investidura. Se necesitará cumplir uno cada tres días hábiles durante los próximos cuatro años para dar cuenta de todos. Naturalmente es imposible y además sería poco prudente.

Las medidas son heterogéneas como lo son los votos que las han hecho posible. Teruel tendrá una vía de alta capacidad que, si era necesaria, fue denegada hasta ahora. Con mayor población la costa norte de Galicia, de Ferrol a Viveiro carece de una vía semejante. Los territorios que no han enviado a las Cortes un diputado necesario para la nueva mayoría, no serán atendidos con igual diligencia. La crítica situación del Mar Menor murciano deberá abordarla el gobierno regional, popular, mientras que la eterna promesa del AVE gallego, que ostenta el record de atrasos y dilaciones, seguirá siendo objeto de confrontación entre la Xunta popular y el Ejecutivo de coalición. Mandan votos que no necesidades.

Sin olvidar que se ha abierto un peligroso precedente al negociar con el PNV competencias policiales en Navarra, que no gobierna. Mientras que Galicia, con la competencia policial reconocida en su Estatuto desde hace cuarenta años y con la correspondiente Ley aprobada, es marginada.

El nuevo Gobierno será multitudinario, para mantener la correlación entre diputados y sillones. Si UP tiene cinco sillones, al PSOE le corresponderán quince. Lógicamente unos pocos ostentarán el Gobierno real y los demás tendrán ministerios secundarios, con escasas competencias, pocos funcionarios y mínimo presupuesto. Es lo que ocurrirá con los nuevos ministros de Consumo y de Universidades, carteras vacías de contenido en las que las principales competencias están en manos de las comunidades. Nada privará a sus titulares de prometer, comprometer y hacer gala de su capacidad de proponer soluciones. En la galaxia política los gestos valen tanto como los hechos, a diferencia del mundo real.

Uno de los principales problemas del nuevo Gobierno estatal será la relación con los gobiernos autonómicos. Diez están alineados con la coalición de gobierno, mientras que seis son populares, entre ellos Andalucía y Madrid. Además está la comunidad catalana, donde el grupo mayoritario, que la preside, no secunda el acuerdo del grupo minoritario, ERC. Esa correlación de fuerzas dificultará aún más cualquier iniciativa en políticas transferidas como educación, sanidad o bienestar, limitando a sus titulares a políticas simbólicas más que reales.

(Publicado en: https://www.mundiario.com/articulo/politica/vocabulario-ministro-significa-momento/20200107170203172782.html)

Pedro Sánchez supera a sus oponentes en el discurso, en las propuestas y en el tono

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Investidura sin sorpresas. La política de verdad comenzará con las negociaciones del Presupuesto y con las primeras iniciativas legislativas donde se verá la capacidad de la coalición gubernamental para llevar a buen puerto tantos objetivos como se propone.

La atropellada investidura, reveladora de la debilidad congénita del nuevo Ejecutivo, no ha deparado sorpresas. Los partidos se han limitado a repetir lo que ya venían diciendo, con pocas excepciones resaltables. En esas condiciones el candidato a Presidente ha exhibido buen tono parlamentario, mejor argumentación y un catálogo de propuestas o actuaciones. A destacar el cambio de rumbo en la cuestión catalana, abandonando la vía judicial en favor de la vía política. Sólo falta que la otra parte lo entienda así aunque al menos Torra da indicios de preferir el victimismo judicial que el acatamiento de las leyes.

En el lado de los partidos conservadores, la falta de ideas es preocupante. El PP se ha limitado a competir con Vox en adjetivos descalificadores, amenazas continuas e histrionismo excesivo. De seguir así podrá contener la hemorragia electoral pero no recuperará el crédito que le permita recuperar una mayoría de Gobierno. Vox, ha cumplido con su papel, de caricatura del sistema. Ciudadanos, perdidos en el hemiciclo, huérfanos de liderazgo, abandonados por los suyos y condenados al papel de comparsas.

Los grupos minoritarios, que lo son en número mayor que nunca, han aportado sal y pimienta al debate. Algunos claramente excéntricos, como la CUP o Bildu. Otros sobreactuando y poniendo en evidencia su escasa representatividad. Podemos ha ofrecido un recital de sus virtudes en el discurso y de sus limitaciones en las actitudes. Dará mucho que hablar en el Gobierno.

De modo que el candidato ha destacado como el único con una visión del futuro inmediato, con los recursos parlamentarios para hacerlo y listo para formar Gobierno. El abanico de compromisos firmados o asumidos para llegar hasta aquí, es tan variado, cubre tantos frentes diferentes, que necesitaría mucho tiempo y clara mayoría para cumplirlos. Además de presupuestos crecientes. Puede parecer la cuadratura del círculo y sin embargo no lo es. La clave, o la trampa, reside en el calendario. Si la legislatura se abrevia, como parece probable, no será necesario rendir cuentas de los incumplimientos.

Se abre así una nueva etapa política que tiene la ventaja, no menor, de salir del punto muerto en el que la política española lleva demasiado tiempo instalada. Y el interés añadido, que no debería menospreciarse, de intentar una vía alternativa para canalizar el conflicto catalán. Las muchas reservas que suscita el nuevo enfoque, no pueden negar el interés de intentarlo.

Bildu ha recordado en la tribuna un hecho desasosegante: el nuevo Gobierno depende totalmente del nacionalismo independentista. Y éste, añadimos, tiene su propia agenda que no es coincidente con la del Gobierno. El conflicto principal se dirime de hecho en otro ámbito, el de las elecciones catalanas. Si Puigdemont y todo lo que representa, se imponen a ERC, se tambaleará el Gobierno estatal pues ya han dejado claro a través de Torra que no se sienten concernidos por el apoyo de la Esquerra al pacto de Gobierno PSOE-UP.

Las próximas semanas nos ofrecerán el inevitable carrusel de ceses, nombramientos y declaraciones de los recién llegados al Gobierno. La política de verdad comenzará con las negociaciones del Presupuesto y con las primeras iniciativas legislativas donde veremos la capacidad de la coalición gubernamental para llevar a buen puerto tantos objetivos. Hasta entonces, cien días de gracia.

(Publicado en: https://www.mundiario.com/articulo/politica/sanchez-supera-oponentes-discurso-propuestas-tono/20200105113859172663.html)