Una extraña campaña electoral en Galicia

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Las fuerzas llamadas a protagonizar un cambio político han dejado cada vez más espacio electoral a Feijóo. Si tradicionalmente le regalaron el centro político, hoy el PP gallego, en su discurso que no en sus actos, comienza a ocupar el espacio tradicional de la socialdemocracia, arrinconando a los demás partidos en un espacio más polarizado y radical.

A cinco semanas de las elecciones del 5-A en Galicia, los discursos y mensajes de las diferentes fuerzas políticas parecen ya definidos, en un clima de notable frialdad, como si el resultado estuviese descontado o fuese secundario. Para comprenderlo bien es necesario atender a su reflejo en los medios de Madrid, donde la campaña gallega es vista en el marco de la lucha entre los dos principales partidos. Solo así se entiende la unanimidad mediática en torno al candidato del PP, actual Presidente de la Xunta, del que subrayan su firme oposición a Vox, en contraposición a su propio partido que cogobierna con dicha organización en varias comunidades y municipios. O interpretando su posición, autodefinida como galleguista, que en Madrid produce delirios.

La última semana, pródiga en entrevistas en medios nacionales, en general más que amables, muestra el enfoque que veremos en los próximos meses, siempre que Alberto Núñez Feijóo mantenga la presidencia. Feijóo será alabado como una opción liberal y moderada dentro del PP para contraponerlo a Pablo Casado, de momento el auténtico rival para el Gobierno de España.

No será extraño que el propio Ejecutivo depare un tratamiento ceremonioso al líder gallego, como hizo en su día con Fraga para debilitar a los dirigentes populares de la época. Divide y vencerás es la estrategia de guerra más antigua. Lo cual es letal para el PSdeG-PSOE, muy dependiente de Madrid, acusado por ello de sucursalista.

Si ya en tiempos de relativa fuerza, con los presidentes Laxe (28 escaños) y Touriño (25 escaños), el PSdeG fue ninguneado por los dirigentes estatales de su partido, que anteponían el enfoque de la política estatal a la confrontación gallega, con los 14 escaños actuales y en la oposición, todo es posible. Ayer mismo, un funcionario secundario de Adif, explicaba lo que el ministro del ramo y la presidenta de esa empresa pública venían diluyendo en discursos amables: el AVE sufrirá otro retraso, hasta el verano de 2021. Es cierto que la propia organización colabora, aprobando unas listas en contra de los criterios de varios de los más relevantes dirigentes locales y provinciales, sobre todo en la provincia coruñesa. Y provocando el pase a la reserva de otra hornada de cargos públicos, lo mismo que hicieron los anteriores directivos hace cuatro años.

Las Mareas, ahora subordinadas a Podemos, están enfrascadas en las batallas internas para confeccionar las listas, sin tiempo, y, siguiendo la tendencia de los últimos cuatro años, sin demasiado interés por las cosas del país. Confían en que los ministros de su organización les hagan la campaña, lo cual podría no coincidir con los intereses ya citados del Ejecutivo estatal, para el que un Gobierno popular en Galicia no es la peor noticia. Por el momento están desaparecidos.

Solo el BNG intenta mantener un perfil propio, más moderado que nunca, atento a sacar provecho de su único escaño en Madrid, más valioso que nunca en términos de negociación. Todas las encuestas les otorgan un notable incremento que podría situarlos con mejores resultados que las Mareas.

Tras un mes de precampaña, lo más sorprendente es que las citadas fuerzas llamadas a protagonizar un cambio político, han dejado cada vez más espacio electoral a Feijóo. Si tradicionalmente le regalaron el centro político, hoy el PP gallego, en su discurso que no en sus actos, comienza a ocupar el espacio tradicional de la socialdemocracia, arrinconando a los demás partidos en un espacio más polarizado y radical, de menos interés para los electores. Una estrategia inteligente por parte del PP, pero una falta de estrategia preocupante en quienes se están dejando arrinconar sin motivo alguno. Nada está decidido pero de momento unos están en todo y a los otros hay que buscarlos.

(Publicado en: https://www.mundiario.com/articulo/politica/extrana-campana-electoral-galicia/20200228174033176820.html)

Coronavirus: La nueva peste que despierta atavismos

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La crisis del coronavirus pone en evidencia la fragilidad y revela tintes orwellianos. China aisló a 60 millones de habitantes en un territorio equivalente a la mitad de España. En su interior decretó la prohibición de actividades masivas. Se frenó la expansión del virus, pero éste saltó a Corea, Irán, Italia y otros países.

Una característica de las modernas sociedades globalizadas es su fragilidad. Al mismo tiempo que diariamente se desplazan de un lado a otro del planeta millones de personas, muchas por algo tan fútil como el ocio, cualquier incidencia inesperada puede provocar colapsos de gran magnitud. Días pasados en Canarias, más de cien mil personas han quedado bloqueadas durante días en los aeropuertos porque una tormenta de arena dificultaba la navegación aérea.

La crisis del coronavirus pone en evidencia esa fragilidad y revela tintes orwellianos de nuestras sociedades. China aisló a 60 millones de habitantes en un territorio equivalente a la mitad de España. En su interior decretó la prohibición de actividades masivas. Según dicen han frenado la expansión del virus, pero éste ha saltado a Corea, Irán, Italia y otros muchos países. En Italia han aislado a 50.000 personas y el Ejército patrulla las calles de Milán, listos para disparar ¿a quién? ¿nacionales, asiáticos, sospechosos de qué?. En Tenerife ha sido aislado un hospital con mil personas, viajeros y empleados incluidos, unos condenados a perpetuar sus vacaciones y se supone que los empleados también. Las Bolsas han reaccionado con pánico aunque sus frecuentes sobresaltos invitan a relativizarlos.

En Ucrania los vecinos han apedreado a un autobús de personas en cuarentena, pensando que el mal viene de fuera. En Francia, los pasajeros han obligado a evacuar al conductor de un autobús para acto seguido ser ellos mismos puestos en cuarentena. La embajada china en Madrid se ha quejado de discriminación hacia sus ciudadanos.

Las televisiones han reaccionado durante semanas magnificando las imágenes y contribuyendo a extender el miedo. Sólo al acercarse el virus a nuestro país han comenzado a introducir mensajes de prudencia y sobre todo datos: la mitad de los infectados permanecen atendidos en sus propios domicilios, la mortalidad es inferior al 3%. Todos los fallecidos presentaban otras patologías. Un patrón similar al de la gripe que durante la última campaña y sólo en España provocó más de seis mil fallecimientos, según la Asociación Española de Pediatría, aunque las cifras no son fáciles de determinar según las fuentes utilizadas.

La gran epidemia de la peste negra produjo una obra maestra como El Decamerón, cien relatos breves contados por diez jóvenes que entretienen su ocio forzado en la campiña durante la peste del siglo XIV. Son una exaltación de la alegría de vivir y del goce de amar. Otras obras que tratan de epidemias similares son más sombrías, como “La Peste”, de Albert Camus;  “Diario del año de la peste”, de Daniel Defoe;  “La peste escarlata”, de Jack London o “Némesis”, de Philip Roth, entre  muchas. El tema, un clásico como todo apocalipsis,  ha provocado también un aluvión de películas de catástrofe.

Dado que las autoridades siempre vigilantes nos garantizan que nuestro sistema sanitario es óptimo, lo cual no impedirá ni la circulación del virus ni, en su caso, las cuarentenas, recomiendo hacer acopio de lecturas y audiovisuales y si llega la ocasión disfrutar del forzado paréntesis en nuestros días, si no en tan gratas aventuras amorosas como los jóvenes de Boccaccio, al menos con la compañía de amigos fieles como libros y películas. Es lo que llevaremos ganado.

(Publicado en: https://www.mundiario.com/articulo/sociedad/coronavirus-nueva-peste-despierta-atavismos/20200225175134176556.html)

Las Mareas, devenidas en grupúsculos, se rinden al centralismo de Unidas Podemos

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Si los dirigentes estatales se embarcan en la campaña gallega, ésta puede transformarse en parte de la confrontación estatal. Algo que perjudicaría al PP, pues Casado no sumaría nada, y beneficiaría al PSOE, que nada tiene que perder.

En su día la aparición de las Mareas fue uno de los pocos factores novedosos en la lánguida política gallega, siempre igual a sí misma. Su empatía con las demandas de sectores muy amplios que pedían una política más innovadora, les otorgó las tres Alcaldías principales de la provincia coruñesa: A Coruña, Santiago y Ferrol, mientras en el Parlamento se transformaban en el primer partido de la oposición, superando al PSdeG – PSOE, que atravesaba otra de sus periódicas guerras civiles.

Cuatro años después las Mareas han perdido relevancia lastradas por sus innumerables conflictos internos, conductas desaforadas y especialmente por la desastrosa gestión al frente de las alcaldías citadas. En el Parlamento han protagonizado escisiones, siendo incapaces de articular una mínima oposición coherente. Al final incluso su líder se vio obligado a abandonar primero el liderazgo y finalmente la política. Es imposible un mayor fracaso.

Ahora, urgidos por el adelanto electoral, han logrado ponerse de acuerdo bajo las condiciones de Unidas Podemos, que para algo cuenta con ministros en el Gobierno estatal y con votos cuantificados. Reproduciendo el modelo existente en otros territorios pero con la ventaja de que en el momento actual las Mareas carecen incluso de un líder. Son tendencias locales agrupadas en torno a la supervivencia. Que el candidato de Xosé Manuel Beiras, a la postre el único dirigente solvente, haya tenido que declinar la candidatura de Martiño Noriega en favor de un diputado madrileño, ilustra el hundimiento de quienes hace cuatro años parecían la alternativa de la izquierda.

Así la alternativa en Galicia pasa a manos del socialismo. No logrará ganar a Alberto Núñez Feijóo pues la distancia es enorme, pero éste puede perder la mayoría absoluta para dar paso a una coalición de tres grupos. Las encuestas publicadas hasta ahora coinciden en los rasgos principales: hegemonía socialista, fuerte crecimiento del BNG y hundimiento electoral de las Mareas.

Del lado popular se están tomando medidas inteligentes, como el rechazo a Vox y las condiciones impuestas a Ciudadanos para integrarse. Las críticas abiertas que Feijóo está recibiendo en algunos medios madrileños muestran la irritación que la dirección nacional del PP está acusando, pero también el desconocimiento supino sobre la realidad gallega, una marca de fábrica en los medios madrileños que desean situar a los gallegos a caballo entre lo pintoresco, la crónica de sucesos y la reserva conservadora.

Quedan seis semanas, suficientes para que se produzcan movimientos electorales. El PP tiene un margen escaso, si su electorado no vota masivamente puede perder el último escaño de cada circunscripción y con ellos la mayoría absoluta. Para el PSOE es tiempo de crecimiento, pues el grado de conocimiento de Gonzalo Caballero aumentará y si le une un diagnóstico claro de la situación y algunas vías estratégicas para el futuro, puede beneficiarse aún más de la crisis de las Mareas.

Si los dirigentes estatales se embarcan en la campaña gallega, ésta puede transformarse en parte de la confrontación estatal. Algo que perjudicaría al PP, pues Casado no sumaría nada, y beneficiaría al PSOE, que nada tiene que perder. Aunque la irrupción de Podemos en la campaña gallega introduciría más riesgos para la alternativa que ventajas. Por otra parte, no es descartable que la campaña se ensucie. Ya han aparecido noticias sobre los intereses espúreos del PP en relación con Pemex y con una oscura operación tráfico de divisas en Venezuela, al amparo de la atención a emigrantes. Es un condimento inevitable del guiso electoral.

(Publicado en: https://www.mundiario.com/articulo/politica/mareas-devenidas-grupusculos-rinden-centralismo-unidas-podemos/20200222113434176332.html)

Iglesias menosprecia el abuso de menores en Baleares y tensiona al Gobierno en inmigración y agricultura

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El vicepresidente Iglesias y la ministra de Trabajo animan a los agricultores, en la estela de Torra, a “apretar más”, dejando en evidencia al ministro de Agricultura y al Presidente del Gobierno, ocupados en Bruselas, donde se discute en serio y la demagogia no vale, en salvar la política agraria.

Se proyecta en los cines españoles una notable película, “Adu”, sobre la emigración de los menores africanos hacia Europa. Se desarrolla en tres planos que se entrecruzan, el de los menores y su odisea, el de los guardias a cargo de la misión imposible de impedírselo en la frontera y el de los europeos capaces de defender a los elefantes pero incapaces de entender el drama humano que los acompaña. No descubriremos la historia, notable, ni el final, pero sí el último fotograma que casi pasa desapercibido. Cuando uno de los menores es finalmente atendido en un centro de acogida, vestido y alimentado, se acerca a la puerta y mira al exterior, para ver a otro joven inmigrante esnifando de una bolsa de plástico. Es su posible futuro.  La atención material, que no afectiva, cubre a  12.000 menores, que al llegar a los 18 años serán abandonados más o menos a su suerte.

Mientras, el vicepresidente segundo del Gobierno, señor Iglesias, ha levantado la voz ante la pretensión del Ministro del Interior de poner orden en la política de inmigración, aceptando el veredicto de los Tribunales europeos y tratando de contener la llegada indiscriminada hacia la frontera española que es además la frontera comunitaria. De nuevo el discurso teórico y el alejamiento de los problemas reales.

En paralelo el señor Iglesias ha protagonizado una intervención parlamentaria sonrojante. No sólo por el lenguaje tabernario utilizado que al no ser corregido por la Presidencia de la Cámara, será pronto imitado, sino sobre todo por el contenido de su discurso. Le interpelaban algunos grupos de la oposición por los casos de menores baleares tutelados que son prostituidos, una situación que se remonta a varios años atrás y que se encuentra en los tribunales tras las denuncias de esos mismos grupos en el Parlamento isleño. En éste, el Gobierno balear rechazó asumir responsabilidades políticas a pesar de que varios profesionales fueron despedidos por conducta impropia. Nadie ha dimitido ni ha sido destituido, se ha impedido una Comisión de investigación y todo se ha fiado a la vía judicial. Las muchas informaciones publicadas en la prensa regional y algunas en la prensa nacional, son sencillamente escandalosas, por omisión flagrante, falta de control y desinterés de los responsables administrativos.

El señor Iglesias optó por atacar  a las diputadas interpelantes y obviar cualquier referencia al problema. El problema real de las personas más débiles, que tienen cara y nombre, menores de edad, procedentes de familias a las que se les ha retirado la custodia, asumida por las instituciones que supuestamente saben mejor que los progenitores lo que les conviene a sus hijos, no interesa al señor Vicepresidente. Prefiere el discurso habitual, bronco y demagógico, antes que el problema real. Es mejor pontificar sobre el derecho de asilo o el rechazo a la prostitución que abordar el problema de personas concretas. Parece que el discurso de género no afecta a esos desdichados menores cuyo futuro está ya delineado en lo fundamental.

Porque si el discurso de las interpelantes era inaceptable, la respuesta no debía de ser ponerse a su nivel, sino al contrario elevar el nivel del debate, razonar, argumentar, ofrecer datos. Nada de eso hizo el señor Iglesias. Pretendía dos objetivos distintos, el primero competir o tapar al Presidente del Gobierno con un discurso barriobajero y por ello mediático. El segundo incrementar la confrontación con Vox, para que uno y otro se retroalimenten, tapando las posiciones sensatas de la mayoría del Gobierno. De esto va la batalla y por eso  tanto el propio Iglesias como la ministra de Trabajo animan a los agricultores, en la estela de Torra, a “apretar más”, dejando en evidencia al ministro de Agricultura y al Presidente del Gobierno ocupados en Bruselas, donde se discute en serio y la demagogia no vale, en salvar los temas duros de la política agraria, desgraciadamente más difícil de lo que la facción demagógica del Gobierno está dispuesta a admitir.

Los gestos importan. La comisión de seguimiento del pacto de gobierno fue convocada para discutir la política de inmigración, porque lo pidió Iglesias, pero no fue convocada para discutir las actitudes de éste en temas que afectan al género, a la política de familia y a la política social, todas ellas del ámbito de Unidas Podemos. Una forma de aceptar que tiene vía libre en sus áreas mientras que las otras están sometidas a censura.

(Publicado en: https://www.mundiario.com/articulo/politica/iglesias-menosprecia-abuso-menores-baleares-tensiona-gobierno-inmigracion-agricultura/20200221121316176237.html)

Bill Gates, tras crear la primera empresa del mundo, dirige ahora la fundación más innovadora

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Mientras Gates recuerda que las escuelas públicas son la base de la democracia y de la prosperidad, en España soportamos una guerra educativa que dura tanto como la democracia y que está condenada a eternizarse.

Muchos medios de comunicación han reproducido la carta publicada por la Fundación de Bill y Melinda Gates hace pocas semanas. Un informe, en la prosa norteamericana habitual, plagado de ejemplos y anécdotas, y al tiempo sumamente interesante. En primer lugar por las cifras,  54.000 millones de dólares en los 20 años de existencia de la Fundación. En segundo lugar por las áreas elegidas por la Fundación, salud, clima, género y educación, ésta última limitada a Estados Unidos. En algunos de sus programas la Fundación ha contado con la extraordinaria aportación económica de Warren Buffett, otra de las personas más ricas del mundo.

Sabido es que la sociedad norteamericana se enorgullece de un sistema fiscal que estimula las Fundaciones privadas bajo la premisa de que los particulares pueden decidir y gestionar con la máxima eficacia sobre el retorno a la sociedad de la parte de su fortuna que debería de tributar impuestos. Así, la salud, la formación, la ciencia o las artes se benefician de generosos programas de apoyo, privados, que no interfieren con las iniciativas de las instituciones públicas. Los resultados son, casi siempre, sobresalientes. En España, donde ha sido imposible hasta hoy contar con un modelo de mecenazgo atractivo por la desconfianza del mundo político, los resultados de las Fundaciones estadounidenses son un sueño. Muchas Universidades, museos, orquestas o centros de investigación punteros, son consecuencia del compromiso financiero privado.

Si lo que hacen Bill Gates y sus amigos es sorprendente, lo que explican aún llama más la atención. Tomemos el área de educación, en la que reconocen haber encontrado las mayores dificultades por el conjunto de factores que influyen en los procesos y en los resultados. Dice Gates: “Una democracia requiere la participación igualitaria de todos. Eso significa que cuando nuestras escuelas públicas no preparan a los estudiantes para participar plenamente en la vida pública, también fallan en nuestro país”. Ningún empresario español ha hablado jamás de esa forma.

Mientras Gates recuerda que las escuelas públicas son la base de la democracia y de la prosperidad, en España soportamos una guerra educativa que dura tanto como la democracia y que está condenada a eternizarse, porque no discute realidades sino abstracciones ideológicas. Aquí, el énfasis sigue puesto en la segregación más que en la integración y por descontado los resultados tienden a la áurea mediocridad puesto que la excelencia no está bien vista. El sistema segrega socialmente siempre, primero por origen económico y luego por capital cultural de las familias. Por eso los que pierden lo hacen desde temprana edad y conociendo sus datos familiares, son previsibles. Nada se hace para recuperarlos por lo que tenemos cifras muy elevadas tanto de fracaso escolar como de abandono prematuro, en relación con los países europeos.

Gates explica que no pretenden cubrir el papel del Estado sino apoyar a investigadores, profesionales y trabajadores que actúan directamente sobre los problemas, facilitándoles herramientas y recursos tanto tecnológicos como financieros. Además ofrecen balances de resultados y reflexiones sobre su propia actuación.

No es posible comparar el modelo fundacional español, atomizado y minorado tras la crisis económica, si bien con excepciones notables, con el modelo norteamericano. Gates, como otros muchos empresarios de aquel país no rehúye los debates de ideas. En España son tabú para el mundo empresarial, entre otros motivos porque otras esferas de la sociedad no los reciben bien. Así se explica el bajo nivel de la discusión pública en España, limitado casi en exclusiva al mundo político y a los asuntos más pedestres.

(Publicado en: https://www.mundiario.com/articulo/economia/bill-gates-crear-primera-empresa-mundo-dirige-ahora-fundacion-mas-innovadora/20200219133046176034.html)

Navarra se suma al nuevo proceso de transferencias exigido por Cataluña y País Vasco

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Mientras, las demás comunidades guardan silencio. Al igual que acontece con la financiación, las competencias forman parte sustantiva del modelo autonómico. Su titularidad puede deparar éxitos y fracasos, pero su omisión solo se traducirá en pérdida de oportunidades.

El Gobierno estatal ha aceptado abrir negociaciones para la transferencia de la Guardia Civil de Tráfico a la Comunidad Foral de Navarra. Termina así la resistencia a la modificación estructural de los cuerpos policiales, mantenida durante dos décadas por el Ministerio de Interior bajo la premisa de que la lucha antiterrorista no permitía cambios estructurales. Una excusa procedimental que fue tácitamente aceptada por las comunidades autónomas que, con distinto grado de profundidad, habían comenzado a explorar la creación de cuerpos policiales propios: Madrid, Valencia, Andalucía, Canarias, Navarra y también Galicia.

Básicamente existen dos modelos policiales autonómicos. El de sustitución de los cuerpos policiales estatales, Policía Nacional y Guardia Civil, aplicado en el País Vasco y en Cataluña, o el modelo de complementariedad, defendido por las demás comunidades citadas, a su vez con variantes. La diferencia estriba en la Seguridad Ciudadana. Los elevadísimos índices de seguridad, alcanzados en España respecto de Europa y en Galicia respecto de España, no hacen aconsejable, en términos de eficacia, la transferencia. Por el contrario sobre competencias como la ordenación del tráfico no hay motivos de eficiencia para oponerse al traspaso.

Galicia aprobó en 2007 la ley autonómica que definía su modelo. Los ministros de Interior de la época, Alonso y Rubalcaba, se opusieron a negociar las transferencias con el argumento ya citado. El objetivo de la ley gallega era la plena integración de la actual Unidad Adscrita de la Policía Nacional, 500 efectivos teóricos,  en un Cuerpo de Policía dependiente de la Xunta, que además asumiría las competencias en materia de tráfico y por tanto integraría a los efectivos de la correspondiente Agrupación de la Guardia Civil, en torno a 900 personas más las estructuras de mando. El nuevo Cuerpo tendría pues entre 1500 y 2000 efectivos, dependiendo del tipo de despliegue territorial por el que se opte.

La transferencia implicaría que los actuales guardias pudiesen optar por uno u otro de los cuerpos y que el Estado financiaría el coste actual del servicio que presta, incluyendo en el mismo todos los conceptos, personal, equipamiento, vehículos y armamento, inversiones, etc. Por otra parte la comunidad autónoma cuenta en la actualidad con un centro de formación específico, la AGASP, ubicado en A Estrada y con sedes policiales en las distintas ciudades gallegas. Además, siendo conscientes del elevado número de agentes de los cuerpos estatales que son de origen gallego, la Ley autonómica facilitaba su incorporación y carrera profesional en el nuevo Cuerpo.

Navarra abrirá un proceso al que pronto se sumarán algunas otras de las Comunidades citadas. Galicia no debería permanecer al margen por varias razones. Desde luego porque su carácter diferenciado de Comunidad histórica obliga a mantener el máximo grado posible de autonomía, sin olvidar que la competencia en materia policial ya figura en el actual Estatuto de Autonomía. En segundo lugar porque ha existido un consenso muy amplio en el Parlamento gallego sobre el modelo policial. Finalmente porque la transferencia de Tráfico permitiría a la Xunta desarrollar una política integral de seguridad viaria.

El Gobierno central ha abierto una nueva ronda de transferencias. Con Cataluña y el País Vasco porque son socios de gobierno y con Navarra porque así lo exige el Gobierno vasco. Sería un error para las demás Comunidades dejar pasar la oportunidad y favorecer un sistema dual de autonomías, unas pocas con muchas competencias y la mayoría con un paquete común. Es el sueño de los nacionalistas, la relación asimétrica, pero es también la pesadilla para quienes creen en un modelo igualitario. El Gobierno de Galicia es conservador y por tanto poco amigo del Gobierno estatal, pero en esta materia no caben colores políticos. Será necesario plantear con rigor la demanda propia y al tiempo sumar esfuerzos con otras comunidades con planteamientos similares, cualquiera que sea su color. Al igual que acontece con la financiación, las competencias forman parte sustantiva del modelo autonómico. Su titularidad puede deparar éxitos y fracasos, pero su omisión sólo se traducirá en pérdida de oportunidades.

(Publicado en: https://www.mundiario.com/articulo/politica/navarra-suma-nuevo-proceso-transferencias-exigido-cataluna-pais-vasco/20200215134605175709.html)

La muerte digna da pie al desastre ideológico de la derecha española

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Sorprende que el PP compita con Vox en un discurso estridente, propio del nacionalcatolicismo más anacrónico y alejado del pensamiento de muchos de sus electores. El debate sobre la eutanasia y su pésima perífrasis de la muerte digna ha sido bochornoso en las formas y en el fondo.

Es sabido que los partidos políticos modernos han abandonado gran parte de su ideología para transformarse en partidos catch-all party, capaces de atraer a electores con muy diferentes sensibilidades. Por ello es sorprendente que el PP compita con Vox en un discurso estridente, propio del nacionalcatolicismo más anacrónico y por completo alejado del pensamiento de muchos de sus electores. El debate sobre la eutanasia y su pésima perífrasis de la muerte digna ha sido bochornoso en las formas y en el fondo. Con argumentos propios del púlpito y no de la calle. Cuando en privado tanto médicos como dirigentes políticos del PP reconocen que es necesario legislar en ese sentido.

Cualquier persona adulta ha visto morir a personas próximas tras terribles agonías que el estado actual de la medicina permite paliar, abreviar o evitar, sin coacción ni pérdida de la libertad del enfermo y salvaguardando la objeción de conciencia de los profesionales. Oponerse con argumentos desaforados, como el presunto ahorro económico, sibilina alusión al exterminio eugenésico, demuestra no sólo ignorancia sino algo mucho peor, bajeza moral.

Políticamente sumarse argumentalmente a Vox es la peor estrategia para el PP y la mejor para el Gobierno que ya ha adelantado el próximo debate: la revisión de la Ley de Memoria Histórica para obligar a los populares a sumarse al partido que dirige Abascal, más antisistema que cualquier otro. Y después otro poco de Franco. Señuelos que el PP es incapaz de desdramatizar.

La pulsión reactiva de la política española ha destruido todos los puentes de diálogo, cavando un foso entre los bloques, un desastre que ya hemos sufrido en nuestra Historia. Pero así como en la gestión gubernamental la crítica incisiva es necesaria, y hemos visto un buen ejemplo ayer a cuenta de Venezuela, en los asuntos de conciencia es imprescindible el mayor respeto hacia las personas que, además son electores.  Por cierto, la portavoz popular Álvarez de Toledo,  con dialéctica impecable, corrección en las formas y argumentos bien construidos ha puesto en evidencia a sus compañeros de Grupo que compiten en tosquedad.

En el debate de la eutanasia ha faltado nivel por parte de las derechas. El PP ha dicho barbaridades innecesarias y no ha querido ofrecer argumentos racionales para oponerse, o para ponerse de perfil o para marcar distancias, que sería legítimo.

No es extraño que Feijóo prefiera ir sólo a las elecciones que mal acompañado por Ciudadanos, opuestos al Ave o a las autonomías, o por Vox, cuyos planteamientos buscan sumar descontentos de todo tipo al servicio de un proyecto totalitario. Claro que el PP gallego gobierna y pretende seguir haciéndolo, mientras que Casado y los suyos parecen haber perdido la brújula a pesar de los consejos de Aznar. Si éste recomendaba censurar a Vox sin pensar en el Gobierno y viceversa, Casado para atacar a Sánchez se entrega a Vox y deja en manos de los dirigentes populares de Madrid, poner límites a los ultras. De seguir así, su liderazgo será cuestionado pronto.

(Publicado en: https://www.mundiario.com/articulo/politica/muerte-digna-da-pie-desastre-ideologico-derecha-espanola/20200212192711175498.html)

Las elecciones gallegas, cosa de dos

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El adelanto en Galicia parece una buena opción para el PP, según las encuestas. Para el PSOE también es la mejor opción. El  BNG está a su vez en su mejor momento de la última década. El problema radica en las Mareas, en Podemos y demás organizaciones satélites.

El adelanto electoral ordenado por Feijóo es la mejor opción para el PP. Con toda probabilidad dispone de encuestas que lo sitúan cerca de la mayoría absoluta y sin opciones para Ciudadanos ni para Vox. De este modo se adelanta a la estrategia madrileña de imponerle una coalición para fagocitar a Ciudadanos.

Además se adelanta a los Presupuestos del Gobierno estatal con su catarata de medidas e inversiones. Con el adelanto mantiene la iniciativa frente a Madrid en asuntos como la devolución del IVA o la fecha de puesta en servicio de la Alta Velocidad ferroviaria. Finalmente evita coincidir con las elecciones catalanas que estarán rodeadas de crispación.

Para el PSOE también es la mejor opción. Está en tendencia creciente con los éxitos de las alcaldías urbanas y con el Gobierno estatal tan nuevo que no ha tenido tiempo a equivocarse. Internamente el socialismo gallego vive la época más sosegada de su historia aunque es mejor no profundizar en los motivos de esa insólita calma. Todas sus opciones son de mejora en las cuatro circunscripciones. El  BNG también está en su mejor momento de la última década. Más cohesionado, con posiciones pragmáticas y ejerciendo una oposición solvente.

El problema radica en las Mareas, en Podemos y demás organizaciones satélites, inmersas en crisis existencial, sobradas de personalismos y huérfanas de proyectos. Tras ofrecer un espectáculo parlamentario bochornoso durante cuatro años, con episodios chuscos, otros pueriles y en general ajenos a la realidad social, ahora tienen dos semanas para presentarse en una o varias listas. Son imprescindibles para un Gobierno alternativo y al tiempo son su némesis. El PP no dejará de recordar cada día que la alternativa a la hegemonía conservadora es un tripartito o un cuatripartito.

Sería deseable que la campaña fuese gallega y no una reedición de los inútiles debates de las Cortes. Dependerá de los partidos gallegos que así sea. Los problemas son suficientemente serios como centrar en ellos la campaña. Crisis demográfica, retroceso industrial, declive del Noroeste, deterioro de los servicios públicos, vivienda…

De algo podemos estar seguros: las elecciones gallegas fuera de Galicia no interesan. La mínima influencia de la política gallega en la estatal, es un clásico. Ni solos, ni en compañía de otros, los planteamientos gallegos son inaudibles allende Piedrafita. Es una triste constatación que dice poco de nuestros dirigentes políticos, económicos y culturales, como grupo.

En cualquier caso las elecciones gallegas testarán tanto la larga etapa popular como la credibilidad de la oposición. Y al tiempo las posibilidades de abrir un nuevo rumbo. Que la disyuntiva sea entre monocolor popular o izquierda multicolor, sin otras vías, reduce la confrontación al PP-PSOE.

(Publicado en: https://www.mundiario.com/articulo/politica/elecciones-gallegas-cosa/20200210201336175324.html)

El diálogo entre Sánchez y Torra continuará aunque no produzca efectos inmediatos

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El objetivo evidente para uno y otro, es no levantarse de la mesa de diálogo. Dar tiempo para que fragüe una mayor aproximación a los problemas reales. Pasar de los reproches emocionales y simbólicos a los prosaicos asuntos de gobernación.

Una entrevista normal entre dos autoridades principales no debería de ser noticia. Que Pedro Sánchez y Quim Torra se reúnan para acordar volver a reunirse ya ofrece algunas pistas de la naturaleza del conflicto que deben abordar. Es bueno que lo sigan haciendo aunque no debemos llamarnos a engaño sobre sus efectos inmediatos, realmente muy difíciles de lograr.

Preparando el terreno de la comunicación, la Moncloa difundió un documento con muchas propuestas que obviamente no fueron abordadas. Torra, en rueda de prensa, las desdeñó como propias de otro foro. A su juicio solo el referéndum de autodeterminación y la amnistía de los presos catalanes deberían de tratarse en ese foro. De hecho el acuerdo más sorprendente es que las reuniones, que comenzarán de inmediato, serán presididas por los dos presidentes, lo que permite augurar que no habrá muchas reuniones.

El objetivo evidente para uno y otro, es no levantarse de la mesa de diálogo. Dar tiempo para que fragüe una mayor aproximación a los problemas reales, diluyendo la frialdad y distancia actuales. Pasar de los reproches emocionales y simbólicos a los prosaicos asuntos de gobernación. Sánchez juega con ventaja pues el tiempo corre a su favor y además ha puesto en marcha otras medidas, como la reforma del Código Penal, para relajar la tensión con el Gobierno catalán. En cambio, Torra está sujeto a elecciones y además sus socios actuales pretenden prescindir de Puigdemont y de su grupo político para pactar en Cataluña precisamente con el partido de Sánchez.

La reunión de este jueves era inevitable, pues es parte del precio pactado para permitir la investidura de Sánchez, como ERC se encargó de recordar la pasada semana. Las altisonantes declaraciones del PP están fuera de lugar ya que resulta evidente que la situación catalana sólo puede reconducirse tendiendo puentes mientras sea posible. Por otra parte, hoy Sánchez ha solemnizado su compromiso con la constitucionalidad.

Como en otras ruedas de prensa, Sánchez ha sido más claro en la declaración inicial que en las respuestas a  preguntas de los periodistas, donde siempre tiende a quedar bien en lugar de dar respuestas claras. La enfática declaración sobre los diez años perdidos para la política española y para la política catalana, es un buen análisis. Por ello, la reunión de hoy es una iniciativa que refuerza al Presidente del Gobierno, que además se entrevistará con otras personalidades de la política y de la economía catalanas, algo que debería de hacer sistemáticamente en todo el territorio español. Pero la reunión también es un éxito para Torra, que marca distancias con ERC y demuestra que aún controla el calendario político. Ha anunciado elecciones pero al tiempo quiere que se aprueben los Presupuestos, presidirá las reuniones con Sánchez y mantendrá una cierta iniciativa política hasta que firme la convocatoria  electoral.

Es el mejor escenario, todos ganadores. También ERC, que hace valer su apoyo en la investidura y también Podemos, que siempre apostó por esa estrategia. Solo Ciudadanos y el PP parecen haberse quedado sin propuestas para la política territorial. A Vox no es que le falten, sino que juega en otro campo distinto a los demás.

(Publicado en: https://www.mundiario.com/articulo/politica/dialogo-sanchez-torra-continuara-produzca-efectos-inmediatos/20200206164623175072.html)

Fernando Vázquez, adalid de la victoria y espejo de las mejores virtudes cívicas

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Hay motivos para la esperanza en A Coruña. El entrenador del Deportivo, Fernando Vázquez, y la alcaldesa, Inés Rey, han abierto una senda por la que muchos más deben transitar. No es fácil porque nunca lo ha sido salir del fondo del pozo.

Con el coraje de quien sólo se debe a sí mismo y la convicción de quien cree en el valor de sus ideas, Fernando Vázquez, entrenador del Deportivo desde hace nada, ha tenido dos actuaciones sobresalientes. La más conocida, también la más difícil, sacar al Deportivo de la UCI donde lo habían casi desahuciado un conjunto de empresarios más atentos a sus negocios que al interés colectivo que representa el club. La otra actuación, mantener con gallardía sus ideas frente a los medios deseosos de embellecerlas de acuerdo a no se sabe qué catálogo de buen gusto. Dijo Fernando Vázquez y debe ser repetido en voz alta, “que el pin parental de Vox era una puta mierda”, una verdad lapidaria que solo podemos ratificar. Lo hemos dicho con más palabras en MUNDIARIO pero no con más fuerza.

Y lo dice quien acaba de demostrar, con seis victorias consecutivas, que con tesón e inteligencia se consiguen resultados, donde otros se resignaban a sumar derrotas. Pertenece Fernando Vázquez a la mejor tradición coruñesa. Por su trayectoria combativa y su  estilo independiente, orientado al éxito, motivador y luchador. Está facultado para hablar como Cambronne en Waterloo, respondiendo con un exabrupto a las preguntas ociosas.

No está sólo. De nuevo en la mejor tradición coruñesa, algunos de los más relevantes empresarios han diseñado una operación económica necesaria, confiando en los resultados. Arriesgando su capital en favor de una idea, de un proyecto colectivo. Les honra tal decisión en medio de tanta incuria. A Coruña solo ha ido bien históricamente, cuando la fuerza motriz ha sido endógena, sin esperar nada de terceros, librando sus propias batallas con visión global.

Hay motivos para la esperanza en Coruña. Luego de muchos años, infinitos han parecido, en los que las instituciones estaban dirigidas por pusilánimes, con la ciudad abandonada y perdiendo todas las oportunidades, algo comienza a pasar. Fernando Vázquez es el abanderado pero lo mismo está haciendo la Alcaldesa coruñesa, Inés Rey, que de un plumazo ha eliminado el botellón, oprobio de los jóvenes, insania de los vecinos, y ejemplo de derrotismo. Y lo ha hecho sin gastar un euro, sólo dando las órdenes precisas, en el lenguaje adecuado. Queda mucho por hacer en la ciudad, pero al menos hay una persona que parece dispuesta a triunfar donde los demás han mirado a otro lado para disimular su incapacidad.

Otras instituciones todavía no han despertado. Desde los empresarios, sumidos en batallas personales mediocres, ya sea en la Confederación o en el Club Financiero, hasta la Universidad, reducida a sus labores internas pasando por el mundillo cultural otrora tan activo. Durante los años anteriores, se ha dejado deteriorar todo, el Deportivo y la Orquesta Sinfónica, las calles y las zonas verdes, la limpieza y los servicios públicos. La ciudad se ha cerrado sobre sí misma, huérfana de ideas y de proyectos, renegando de sus mejores épocas.

Los ejemplos citados son lo mejor que ha ocurrido en muchos años. Indican que la vida resurge tras el letargo. Merecen ser seguidos, imitados, superados. Si le va bien a Coruña, no sólo a Inditex, le va bien a Galicia. El entrenador del Deportivo y la Alcaldesa han abierto una senda por la que muchos más deben transitar. No es fácil porque nunca lo ha sido salir del fondo del pozo. Pero es posible y necesario. Hablando alto y claro.